lunes, 21 de febrero de 2011

La bruja Berta

La bruja Berta vivía en el bosque en una casa toda negra. La casa era negra por fuera y negra por dentro.
Las alfombras eran negras, las sillas eran negras, la cama era negra, hasta el baño era negro.
Berta vivía en su casa negra con su gato llamado Bepo. El gato también era negro.
…Y así comenzaron los problemas.
Cuando Bepo se sentaba en la silla con los ojos abiertos Berta lo podía ver, al menos podía ver sus ojos, pero cuando Bepo cerraba los ojos y se ponía a dormir, Berta no lo veía para nada, y entonces se sentaba encima.
Cuando Bepo se acostaba en la alfombra con los ojos abiertos Berta lo podía ver, al menos podía ver sus ojos, pero cuando Bepo cerraba los ojos y se ponía a dormir Berta no lo veía para nada, y entonces tropezaba con él.
Un día después de una caída muy fea, Berta decidió que algo había que hacer.
Tomó su varita mágica, la agitó una vez y ABRACADABRA!!!!, Bepo dejó de ser un gato negro y ahora era verde brillante.
Entonces Berta lo podía ver cuando dormía en la silla , cuando dormía en el piso y también cuando dormía sobre la cama, aunque a Bepo no le permitían dormir sobre la cama…
Cuando Bepo estaba en el pasto, Berta no lo podía ver.
Berta salió rápidamente hacia fuera y tropezó con Bepo, dio tres vueltas y cayó sobre las rosas llenas de espinas.
Esta vez Berta estaba furiosa, tomó su varita mágica, la agitó cinco veces y… ABRACADABRA!!!!!
Bepo tenía la cabeza colorada, el cuerpo amarillo, la cola rosada, los bigotes azules y cuatro patas violetas, pero sus ojos seguían siendo verdes.
Ahora Berta podía ver a Bepo cuando se echaba en una silla, en la alfombra, y cuando se desplazaba agazapado en el pasto, y aún cuando se trepaba en el árbol más alto.
Bepo trepó al árbol más alto para esconderse, se veía ridículo y él lo sabía, hasta los pájaros se reían de Bepo.
Bepo estaba triste y se quedó en lo alto del árbol todo el día y toda la noche.
A la mañana siguiente, Bepo seguía subido al árbol. Berta estaba preocupada. Quería a Bepo y no le gustaba que se sintiera triste.
Entonces Berta tuvo una idea. Agitó su varita mágica y ABRACADABRA!!!! Bepo fue otra vez un gato negro!!! Y bajó del árbol contento.
Entonces Berta agitó nuevamente su varita, una, dos y tres veces… ABRACADABRA!!!
Ahora, en lugar de una casa negra, tenía una casa amarilla con un techo colorado y una puerta también colorada. Las sillas eran blancas, la alfombra con flores rosas, la cama azul, el baño era blanco.
Y ahora, Berta, podía ve a Bepo no importaba donde estuviera

Abracadabra Patas de cabra!