sábado, 12 de junio de 2010

BELGRANO Y LOS DUENDES DE LOS COLORES.

Este cuento puede  dramatizarse en el acto por el Dia de la Bandera. Es muy sencillo y simple. El relato puede  acompañarse de la música de Lito Vitale.

BELGRANO Y LOS DUENDES DE LOS Colores.

Sobre el Arco Iris viven unos duendes traviesos; viajan por todo el mundo regalando sus colores.
El ROJO es el más inquieto, no se cansa de pintar rosales, manzanas y las narices de los payasos
El NARANJA es muy goloso, aprovecha cada vez que puede a tomarse un rico jugo de mandarina.
El color AMARILLO es amigo del otoño y ayuda a colorear todas las hojas de los árboles. También cada día le hace bellos vestidos al sol.
El VERDE es muy soñador, trabaja mucho en primavera y jamás se olvida de pintar a los árboles.
El color AZUL, se zambulle cada día en el mar.
El AÑIL y el VIOLETA son bastante dormilones, pero a ellos también les gusta pintar…
Los duendes van al jardín, pasean, juegan, colorean… pero sobre todo ayudan siempre a la gente a darle color a sus sueños y deseos.
Hacen ronda girando, formando esos bonitos colores: CELESTE Y BLANCO, que vemos cada día en el cielo.
Aquella mañana, Belgrano, estaba preocupado por que buscaba colores para nuestra bandera, pero; no tardo mucho en decidirse, CELESTE Y BLANCO, como los colores del cielo.
Belgrano estaba seguro que los colores de nuestra bandera serian los más hermosos.

                           



viernes, 4 de junio de 2010

CON ALGUNAS GORRAS

Bajo un cielo gris estábamos, GABRIELA, CLAUDIA, NANCY Y LAURA, alrededor teníamos: un libro, una bolsa y muuuchooos pequeños; inquietos, movedizos y expectantes.
En pocos segundos una fiesta de palabras, sonidos, movimientos y alegría, se armo'.
Con poca planificación y con mucha imaginación, pudimos sorprender y regalarles a los niños, la magia de un cuento, que narramos y dramatizamos en un periquete… con tan solo usar… ALGUNAS GORRAS.


CUENTO
“EL VENDEDOR DE GORRAS”

Una vez había un vendedor de gorras que se llamaba don Gorrín.
Vendía gorras rojas, azules, marrones y verdes. Pero la gorra que él usaba, no la vendía: era a cuadros blancos y negros.
-¡Gorras! ¡Gorras! ¡A veinte pesos cada una!...
Don Gorrín iba muy derecho por la calle:
-¿quién compra las lindas gorras?...
-¿Por qué va tan derecho, Don Gorrín?
-para que no se me caigan las gorras. ¿No ve dónde las llevo?
¿Saben dónde las llevaba? ¡Sobre la cabeza! Era una pila alta de gorras: primero, su gorra a cuadros blancos y negros. Encima, las gorras rojas; después las gorras azules; más arriba, las gorras marrones; y arriba del todo las gorras verdes.
-vendo gorras! ¡A veinte pesos cada una!... ¿quién compra gorras?...
Un día don Gorrín estaba triste: ¡nadie le compraba gorras!
-¿qué pasa que nadie me compra gorras esta mañana? ¡Gorras, gorras!... ¡Nada!
Ya era mediodía y no había podido vender ni una gorra.
-y ahora yo tengo hambre pero ¿cómo compro la comida si no tengo dinero?...paciencia. Voy a ver si puedo dormir un rato debajo de un árbol.
Caminó, caminó, caminó…hasta que llegó al campo.
En eso vio un árbol muy alto con muchas ramas.
-¡qué lindo árbol para dormir a la sombra!-pensó don Gorrín-Estoy cansado de caminar. Como no quería poner las gorras en el suelo para que no se ensuciaran, dijo:
-Me voy a sentar con la pila de gorras en la cabeza.
Dicho y hecho: se arrimó bien al tronco y se fue bajando despacito, despacito, hasta que se sentó en el suelo.
-¡ya está! A ver si se han movido las gorras…alzó la mano y tocó –Está bien derechita la pila. ¡Qué suerte!
Para descansar mejor, don Gorrín cerró los ojos y al rato…
-jjjrrrsss….jjjsss…-¡se quedó dormido!
De pronto, un pájaro cantó:
-¡chipit, chipit!..., ¡despierte don Gorrín!
Don Gorrín abrió un ojo, después abrió el otro…levantó los brazos y se desperezó. Abrió la boca:
-¡Buaaahhh!...-bostezó.
De pronto se acordó de las gorras. Levantó un brazo para tocar la pila.
¡No había nada! ¡Tocaba el aire!
Don Gorrín se levantó de un salto y empezó a buscar sus gorras.
-¿Dónde pueden estar?
Miró a la derecha. ¡Nada! Miró a la izquierda. ¡Nada! Miró detrás de él ¡Nada! Mitró atrás del tronco. ¡Nada!
Entonces miró para arriba…y…. ¿a qué no saben qué vio? ¡Monos!
En cada rama del árbol había un monito sentado. Y cada monito tenía… ¡UNA GORRA PUESTA!
-¡mis gorras!-exclamó don Gorrín. Y levantando un brazo les dijo:
-¡Monitos, ustedes me devuelven las gorras ahora mismo!
Todos los monitos alzaron un brazo y le dijeron:
-tz, tz, tz….
-nada de bromas conmigo-dijo don Gorrín un poco enojado, sacudiendo los dos brazos:
-Denme mis gorras.
Los monitos alzaron los dos brazos y dijeron:
-tz, tz, tz…
Esta vez don Gorrín se enojó: pegó una patadita en el suelo y gritó:
-¡quiero mis gorras ahora!
Y todos los monitos pegaron una patadita en la rama y gritaron:
-tz, tz, tz…
¡Esta vez sí que se enojó de veras don Gorrín! Saltó con los dos pies y grito furioso:
-¡quiero mis gorras, monos feos!
Y los monitos, con las gorras puestas, hicieron lo mismo: saltaron sobre los dos pies y gritaron muy enojados:
-tz, tz, tz, tz….
Don Gorrín, desesperado al ver que los pícaros monos no le devolvían las gorras, se sacó su gorra a cuadros blancos y negros y… ¡cataplún! La tiró al suelo.
En ese mismo momento…plaf, plaf, plaf…, todos los monitos se sacaron la gorra y la tiraron al suelo, tal como había hecho don Gorrín.
-¡qué suerte! ¡Por fin me devolvieron mis gorras!-exclamó don Gorrín.
Y empezó a recogerlas: hizo una pila de gorras rojas; otra de gorras azules; otra pila de gorras marrones y otra pila de gorras verdes.
-¡están todas! –exclamó don Gorrín frotándose las manos de contento.
Entonces se puso su gorra a cuadros blandos y negro encima colocó las rojas, las azules, las marrones y arriba del todo las verdes. Y muy contento volvió al pueblo gritando:
-¡gorras, gorras! ¡Lindas gorras a veinte pesos!... ¿quién compra gorras…?

Martha Salotti

              Y COLORADO COLORÍN ESTA HISTORIA DE GORRIN LLEGO A SU FIN…


PARA CANTAR Y JUGAR CON LOS CHICOS

La señorita canta, luego los niños repiten e imitan los movimientos.

VAMOS A RECLAMAR,
AL SEÑOR QUE NOS VENDIO,
UN GORRITO TAN FEO,
QUÉ GORRITO MÁS FEO!
UN GORRITO CON AGUJERO.
TE LO DIGO APLAUDIENDO... (VUELVE A EMPEZAR)
Se puede cantar también con estas indicaciones: SALTANDO, EN VOZ BAJA, AGACHADITOS…


GRACIAS