quiere una coronita de estrellas.
De las estrellitas del cielo,
quiere las más plateadas y bellas.
A un apuesto y alto príncipe,
le pide un ramo de estrellas.
Éste se estira y se estira,
para alcanzar algunas…
pero no consigue ninguna.
Al sapito del estanque,
también le pide ayuda,
pero por más que salta y salta,
para alcanzar algunas…
no consigue ninguna.
Susurrándole en el oído
a un grillito le dice:
-Si me traés estrellitas para mi corona,
Seguro, seguro…voy a ser tu novia.
El grillito vuela y vuela
muy cerquita de la luna,
pero ésta le dice enojada:
-¡Las estrellitas del cielo,
no son para coronas,
de princesitas caprichosas...
son lucecitas brillantes
-Princesita no estés triste,
le pide el grillito con su guitarra,
mientras canta una canción muy bonita,
de estrellas bellas y plateadas.
Laura E. Padrone